
ENSEÑANZA
Una bonita historia que no computa en las estadísticas escolares
Acostumbrados a la vorágine de malas noticias con las que nos bombardean los medios de comunicación, hace unos días nos vimos agradablemente sorprendidos por un suceso digno de resaltar.
Lo protagonizaron un grupo de alumnos de ESO y bachillerato del colegio Los Agustinos. Un centenar de jóvenes, acompañados de algunos profesores, se concentraron, a las cinco de la tarde, en la Caleta delante del Hospital Virgen de las Nieves con una gran pancarta para felicitar la Navidad a un profesor ingresado con leucemia en dicho centro desde hacía un mes. El director del colegio hizo una llamada al enfermo para decirle que si se encontraba lo suficientemente fuerte se asomara por la ventana. Cosa que hizo desde su habitación del décimo piso del hospital y se sintió emocionadísimo al ver al grupo de sus alumnos y compañero, que además habían conectado el móvil a un amplificador por lo que muchos curiosos que transitaban por la concurrida plaza se sumaron al grupo y todos juntos lo vitorearon y les felicitaron las Navidades.
Gestos como este dice mucho a favor de una juventud que a menudo es criticada injustamente, pero sobre todo es de alabar la labor pedagógica del docente, de nombre Juan Tortosa, que ha sabido ganarse el cariño de sus alumnos a pesar de impartir la árida asignatura de matemáticas.
Detrás de un buen alumno, siempre hay un mejor profesor y es una lástima que hechos como este no se computen en las frías estadísticas del Informe Pisa.
Una bonita historia que no computa en las estadísticas escolares
Acostumbrados a la vorágine de malas noticias con las que nos bombardean los medios de comunicación, hace unos días nos vimos agradablemente sorprendidos por un suceso digno de resaltar.
Lo protagonizaron un grupo de alumnos de ESO y bachillerato del colegio Los Agustinos. Un centenar de jóvenes, acompañados de algunos profesores, se concentraron, a las cinco de la tarde, en la Caleta delante del Hospital Virgen de las Nieves con una gran pancarta para felicitar la Navidad a un profesor ingresado con leucemia en dicho centro desde hacía un mes. El director del colegio hizo una llamada al enfermo para decirle que si se encontraba lo suficientemente fuerte se asomara por la ventana. Cosa que hizo desde su habitación del décimo piso del hospital y se sintió emocionadísimo al ver al grupo de sus alumnos y compañero, que además habían conectado el móvil a un amplificador por lo que muchos curiosos que transitaban por la concurrida plaza se sumaron al grupo y todos juntos lo vitorearon y les felicitaron las Navidades.
Gestos como este dice mucho a favor de una juventud que a menudo es criticada injustamente, pero sobre todo es de alabar la labor pedagógica del docente, de nombre Juan Tortosa, que ha sabido ganarse el cariño de sus alumnos a pesar de impartir la árida asignatura de matemáticas.
Detrás de un buen alumno, siempre hay un mejor profesor y es una lástima que hechos como este no se computen en las frías estadísticas del Informe Pisa.
LOLA L.D.



